Acudí a la consulta de María José a raíz de vivir mi día a día con angustia y miedo. No lograba disfrutar; mis relaciones eran caóticas y, en definitiva, no conseguía ser feliz con nada.
Mi vida familiar en la infancia no había sido nada positiva. Había aún muchas heridas abiertas y muchos duelos por pasar. Juntas fuimos ahondando en lo más profundo de mi ser. Lloré mucho en las sucesivas consultas. Me di cuenta de que había aprendido a vivir reprimiendo mis emociones, invalidándolas. No me conocía nada; no me quería; no me respetaba ni me hacía respetar. Con estas carencias, no podría construir relaciones positivas con los demás y no me refiero solo a relaciones de pareja: también a relaciones familiares y relaciones de amistad.
María José me tendió su mano y fuimos explorando los entresijos de mi historia personal. Poco a poco fui ganando seguridad; me fui haciendo más fuerte; aprendí a cuidarme, hasta que noté que era el momento de continuar mi camino yo sola con los recursos que había desarrollado en la terapia. Ahora me siento en la mejor compañía: en mi propia compañía.
(Noelia. Febrero, 2021. Elche)