Why does my heart feel so bad?
Why does my soul feel so bad?
-Canción de Moby-
El estribillo de esta canción explica lo que sentía durante mi depresión ya que mi desconocimiento a mi estado me hacia no entender lo que me ocurría, y terminé normalizando mi malestar.
No era consciente que poco a poco fui creando una cárcel donde el miedo a conseguir mis objetivos y el hecho de infravalorar mis capacidades eran mis carceleros. Mis compañeras eran la frustración, la amargura y la tristeza. Lo terrorífico de esta cárcel es que la puerta estaba abierta y el miedo a sacar un pie fuera y ser libre me paralizaba. Así que siguiendo los consejos de mis carceleras y compañeras elegí la droga del sueño, el sueño de los presos que anhelan la libertad del otro lado del muro.
Para cuando llegó la depresión sentí incapacidad, tristeza y me paralicé, no supe ver en ese momento que era un proceso de rebeldía a mi estado, a mis expectaciones, mis ambiciones, mis objetivos y mis sueños. Durante mucho tiempo la temí porque me hacía sumergirme en mis miedos y me paralizaba. Hasta más adelante no pude entender que quería despertarme del letargo, haciendo recorrer el camino desde la profundidad hacia la superficie Pero yo no era capaz de saber orientarme.
Así que pedí ayuda, por primera vez, fui consciente que no había puerta, pero me daba miedo salir solo porque no sabia el camino. Mi guía me enseñó que podía abrir las celdas de los sueños, la felicidad, el amor por uno mismo, de mis sentimientos y dejar encerrado a todos mis anteriores compañeros de viaje porque ya no me iban a hacer falta. Según he ido avanzando por el camino he ido orientándome mejor a cada paso, ya que en un principio andaba con paso torpe y sin rumbo y según recorría mi camino e iba entrando más luz he puesto muchos colores a mi vida abandonando el negro y el gris.
Siento que esa cárcel ha quedado atrás y cerrada, pero no he parado de andar y seguir pintando de más colores mi camino. He crecido, he cambiado y soy el capitán de mi propio destino. Solo yo llevo el timón de este barco, soy libre de ir donde quiera, ya no temo a la depresión, no temo a mi oscuridad porque estoy descubriendo quien soy y que deseo. Soy feliz en mi viaje.
(Javi P. Agosto, 2016. Madrid)