A. Es inútil, no intentes convencerle de que tienes toda la razón sobre lo que ha sucedido o está sucediendo, él o ella está intentando hacer lo mismo contigo.
B. Ninguno de los dos os estáis escuchando. No olvides que no estáis dialogando; estáis discutiendo. En las discusiones nadie escucha a nadie. Solo uno se escucha a sí mismo. Cada uno está hablando de algo diferente y esto sigue aumentando el malentendido.
C. No quieras tener la última palabra. Tu pareja pretende permitirse el mismo lujo que tú. Esto solo servirá para aumentar la tensión y el conflicto.
D. Tal vez cada uno tenga una parte de razón, pero no es el momento de reconocerlo, ni de admitirlo.
E. Corta por lo sano, no quieras seguir demostrando nada. Vete a otra habitación si hace falta y aíslate físicamente por un tiempo del conflicto y de tu pareja.
F. Respira profundamente, relájate, espera, date un tiempo, dale un tiempo a él o ella. Quizás no es el momento de aclararlo, ni siquiera inmediatamente después de la discusión. El ambiente emocional sigue muy cargado y lo que puede ser un intento de solución puede convertirse en un refuerzo del problema ya creado.